Ayer leí un tweet de newsycombinator sobre algunos comentarios que ha hecho Rasmus Lerdof, el creador de la primera versión de PHP, sobre su desinterés en la programación. Me sorprenden bastante, no sé si están sacados de contexto, pero ahí está la página en la que la que se citan.
I'm not a real programmer. I throw together things until it works then I move on. The real programmers will say "yeah it works but you're leaking memory everywhere. perhaps we should fix that." I'll just restart apache every 10 requests.
Este otro tampoco tiene desperdicio (además, me siento aludido):
We have things like protected properties. We have abstract methods. We have all this stuff that your computer science teacher told you you should be using. I don't care about this crap at all.
La verdad es que no te invita a usar PHP. Nada que ver con la actitud de los verdaderos apasionados de los lenguajes de programación como Yukihiro "Matz" Matsumoto, el creador de Ruby, como lo demuestra en su reciente charla Languages Matter:
Languages help programmers to think... Languages give inspiration and enlight... Every language I learned teached me something and enlightened me... Language matters, but few love languages; that few change the world.
Aunque, si lo miramos bien, Rasmus Lerdof ha demostrado que se puede cambiar el mundo sin amar a los lenguajes. No es el primero. Pero yo me quedo con los románticos, utópicos e idealistas.
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